jueves, 9 de abril de 2015

Juventud y vejez, mente y cuerpo

Hace un tiempo, mi actual instructor nos dijo una frase que me gustó mucho: "Cuando se es jóven, el cuerpo (fuerte) ayuda a entrenar la mente. En cambio cuando se es viejo, la mente (fuerte) ayuda a entrenar el cuerpo".

Para quienes llevamos algún tiempo entrenando, resulta bastante obvio el significado. Pero quizás no para los novatos, o quienes no practican Karate. Así que, en esta entrada, intentaré explicar mi interpretación de esa frase.

El entrenamiento de Karate, especialmente en grupos integrados por gente más jóven, suele ser muy duro. A veces las clases son de instrucción, entendiendo por tales, aquellas en las que el maestro explícitamente nos transmite nuevas enseñanzas. También están las clases que podríamos llamar "de entrenamiento", mayormente basadas en la repetición de técnicas previamente aprendidas, hasta el límite de lo físico.

A lo largo del tiempo muchos se quedan por el camino y simplemente abandonan, porque suele haber mucha exigencia física y psicológica. Además, casi nunca son capaces de ser concientes de su propio progreso.

Los que permanecen, poco a poco van superándose y forjando su fuerza de voluntad. Al principio suele ser el maestro quien "obliga" a seguir adelante. Pero con el tiempo cada alumno comienza a obligarse a sí mismo a dar más y más.  A medida que esto ocurre, "aprenden" de lo que son capaces y racionalizan el hecho de que progresaron. Eso, los vuelve (física y) mentalmente más fuertes y así continúa el ciclo a lo largo de la vida de un karateka. Por eso, "Cuando se es jóven, el cuerpo ayuda a entrenar la mente".

Cuando se alcanza una edad adulta, las condiciones físicas no son las mismas de la juventud, sin embargo la mente y la fuerza de voluntad han sido forjadas a lo largo de muchos años. Es por eso que es bastante común, especialmente en cursos y seminarios, ver a instructores veteranos entrenar a la par (y a  veces con más fuerza) que los jóvenes que están en su mejor forma física. La diferencia radica en la mente.

Esa fuerza mental será la que nos mantenga activos cuando lleguemos a viejos y nos permitirá seguir entrenando razonablemente, y en consecuencia mantener un cuerpo fuerte cuando lleguemos a viejos. Y es po erso que "... cuando se es viejo, la mente (fuerte) ayuda a entrenar el cuerpo".

Oss!

martes, 6 de agosto de 2013

Espíritu guerrero

Esta vez simplemente dejo un enlace a otro blog. Cita una parte de "Zen en Movimiento" de W.C. Nicol. Lo comparto porque viví personalmente una situación muy similar. La diferencia fue que mi brazo no estaba tan roto, ni me retiré de la clase. Pero fue la misma situación, cuando era como mucho cinturón verde.
Lo que el autor comenta creo que debería ser seriamente reflexionado y practicado por todos los estudiantes de karate.

http://omotetakeori.blogspot.com/2009/10/martirio-corporal-crecimiento.html

Oss!

jueves, 21 de febrero de 2013

DOJO KUN

Dojo kun

(Gracias Jonatan)

Las cinco máximas del karate-do shotokan
Hitotsu! JINKAKU KANSEI NI TSUTOMURU KOTO
Hitotsu! MAKOTO NO MICHI O MAMORU KOTO
Hitotsu! DORYOKU NO SEICHIN O YASHINAU KOTO
Hitotsu! REIGI O OMONZURU KOTO
Hitotsu! KEKKI NO YUU O IMASHIMURU KOTO

JINKAKU KANSEI Nl TSUTOMURU KOTO
Formación de la personalidad
Jinkaku = Carácter
Kansei ni = Perfección
Tsutomu = Objetivo, intención

Intentar perfeccionar el carácter
Tener como objetivo el perfeccionamiento del carácter y la personalidad nos enseña que el karate-do es más que un mero ejercicio físico. A través del entrenamiento riguroso, desarrollamos el espíritu de lucha y de superación. El practicante aprenderá a controlar su mente y a vencer las dificultades que el ejercicio físico le depara. Fortalecer el espíritu ante las adversidades contribuye para el perfeccionamiento del carácter, asimismo, aquellos que están físicamente más limitados tendrán siempre el espíritu para perfeccionar.

MAKOTO NO MICHI O MAMORU KOTO
Rectitud
Makoto = Verdad, honestidad
Michi = Camino
Mamoru = Guardar, tener siempre en mente

Ser correcto, leal y puntual
Tener siempre en mente el camino de la honestidad, defender siempre la verdad y ser honesto con uno mismo y con los demás.

DORYOKU NO SEICHIN O YASHINAU KOTO
Esfuerzo y constancia
Doryoku = Perseverancia
Seichin = Espíritu
Yashinau = Alimentar siempre la idea

Tratar de superarse
Mantener siempre el espíritu de perseverancia y esfuerzo. Esta máxima se refiere a la completa dedicación y al esfuerzo necesario que se debe tener para alcanzar la maestría en el arte marcial. Sin esto sería imposible conseguirla.

REIGI O OMONZURU KOTO
Respeto a los demás
Reigi o = Etiqueta, respeto
Omonzuru = Respeto

Respetar a los demás
Mantener siempre el respeto hacia el karate-do y su etiqueta, al maestro, los compañeros de entrenamiento y todo lo que nos rodea. El respeto hacia los demás es común en todas las artes marciales, en especial las japonesas. Se dice frecuentemente que las artes marciales comienzan y acaban con la etiqueta (respeto). La etiqueta en el dojo es particularmente bien definida con el saludo (rei) que todos tenemos que hacer al entrar y salir de él.
Antes de comenzar y al final del entrenamiento, el instructor (sensei) y los alumnos alineados en posición de “seiza” meditan y saludan en memoria a los maestros del pasado. La cortesía continúa durante el entrenamiento con los saludos que se hacen al inicio y al final de cada combate (kumite) y de cada ejecución de kata.
Esta máxima evidencia una fuerte tradición samurái, da sentido a la fidelidad que se debe mostrar hacia el instructor y hacia los compañeros de mayor nivel. La fidelidad demostrada hacia el instructor será compensada con la transmisión de sus conocimientos. Este lazo entre el instructor y el alumno es extremadamente valioso, constituyendo la base del aprendizaje y de la relación entre las personas.

KEKKI NO YUU O IMASHIMURU KOTO
Reprimir la violencia
Kekki no yuu = Agresividad
Imashimuru = Control

Abstenerse de procederes violentos
Controlar en todo momento la agresividad y las emociones. Es responsabilidad de todos los practicantes abstenerse de comportamientos violentos. El objetivo del entrenamiento del karate-do es el control mental y físico, y debe influir en nuestro comportamiento. Su utilización como defensa personal será solo en caso de extrema necesidad y si no existe otra alternativa.

Al principio y al final de cada clase, los karatekas alineados correctamente, a la voz del senpai, adoptarán seiza y harán mokuso (breve concentración para limpiar la mente y reunir toda la energía o volver a la calma), después se nombrará el dojo kun (moral del dojo y preceptos del karate-do).
Hitotsu! … Intentar perfeccionar el carácter.
Hitotsu! … Ser correcto, leal y puntual.
Hitotsu! … Tratar de superarse.
Hitotsu! … Respetar a los demás.
Hitotsu! … Abstenerse de procederes violentos.
*El término hitotsu no tiene una traducción directa y concisa al castellano, y significa “lo más importante”, “lo primordial”, “el objetivo principal que busca el karateka”.

Nota: este juramento (dojo kun) es el que se utiliza en todos los dojos pertenecientes a la Asociación Japonesa de Karate (shotokan JKA).

miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Qué es realmente el karate?

Esta entrada la dedico a mi amigo Adrián, por alentarme a seguir escribiendo.

Para mucha gente se trata de un deporte. Para otros es simplemente una modalidad de defensa personal, y para otros algo tan amplio como una filosofía, o un estilo de vida.

Opino que claramente, el karate no es un deporte. No me entiendan mal, en mis épocas me encantaba competir y lo seguiría haciendo si pudiera. Fue algo de lo cual aprendí, que disfruté, un ámbito en el que experimenté el sentido de pertenencia a un equipo y el orgullo de la banderita uruguaya en el pecho. Podría aceptar que el karate incluye una faceta deportiva que, por cierto, es muy útil en nuestra sociedad occidental "no marcial", como para generar un cierto atractivo por el karate en éstos tiempos, y también como para poder tener una idea aunque sea aproximada de lo que  puede ser un verdaro "kumite".

Para la  mayoría de la gente normal, estar en un torneo será lo más parecido enfrentarse a en un oponente en una situación real, por lo que considero que competir es útil y brinda un ámbito de relativa seguridad para experimientar el contacto y el estrés que se producen en kumite, y a partir de eso aprender a manejarlo mejor y a dominar las emociones.

Sin embargo, insisto en que no es un deporte en el sentido estricto de la palabra en donde lo que importa es el puntaje en kata (y lo "lindo" que se pueda ver) ni los resultados de la competencia y demás.

A mi personalmente me gusta pensar en el karate como un "arte marcial". Para mi, el concepto de arte marcial abarca al menos los últimos 2 aspectos que mencioné al principio: la defensa personal y la filosofía o estilo de vida. No podría decir que una filosofía sea un arte marcial, ni que un compilado de técnicas por más efectivas que resulten también sean un arte marcial.

Pienso en ese concepto como algo que no solo capacita a una persona para eventualmente quitar la vida a otra, sino que además entrena constantemente el carácter como para NO HACER daño a nadie, más allá del mínimo necesario para salir de una situación de peligro y si se puede, correr. Es más, creo que la máxima perfección radica en "Ganar sin luchar", sea desestimando al oponente o evitando el conflicto.

Creo que un "arte marcial" forja el espíritu y la voluntad, hace más humildes a las personas, más tolerantes y por supuesto, más fuertes. Esa es para mi la diferencia.

jueves, 12 de abril de 2012

¿Por qué entrenar karate?

Creo que existen tantas respuestas a esa pregunta como practicantes de karate. O directamente.. como personas en el mundo quizás. Pero yendo a lo concreto: ¿por qué "yo" practico karate actualmente? Antes de llegar eso, debería contar un poco acerca de mis inicios.

Fue en 1987. De niño siempre me interesaron las artes marciales. Obviamente: por las famosas películas y series de los '80, tan de moda por aquel entonces. Algunas de las que más me gustaban era la serie "Ninja: el maestro" y también unas cuantas pelis de Bruce Lee que junto a un gran amigo (un "hermano", mejor dicho) tantas veces vimos en la matinee del cine.

Éste mismo amigo resultó que comenzó a practicae karate, así que me entusiasmó y decidí empezar yo también. Y así fue.

Lo primero que aprendí, fue que "lo que se hace en el dojo no es lo que se ve en el cine" (eso dolió un poco). Estuve unos 2 años entrenando y por distintas circunstancias no avancé, no dí exámenes. Fui y volví varias veces hasta que en febrero de 1995, ya con 17 años (y bastante más maduro) comencé nuevamente y continúo hasta hoy.

Por esas épocas, la motivación para retomar era "obtener el cinturón negro". Cuando retomé a los 17 me metí esa idea en la cabeza. Me iba a matar entrenando y no pararía hasta el cinturón negro.

Poco tiempo después me mudé a la capital por razones de estudio, donde tuve la suerte poder practicar con un gran maestro de karate muy reconocido tanto a nivel nacional como internacional, siendo yo apenas un principiante en 9o kyu (cinturón amarillo).

Las cosas empezaron a cambiar. Los nuevos grados por supuesto que motivaban (y mucho) pero a medida que avanzaba la motivación más y más era aprender. Estaba ávido de aprender nuevas técnicas y katas, aplicaciones y demás.

Luego vinieron los torneos. Ahí descubrí un aspecto de mí que desconocía. No sé si lo desarrollé o es que estaba latente en mi: pero descubrí que era un peleador. Cuando le tomé el gusto a competir en kumite creo que igual era capaz de darme contra una pared (claro, probablemente la pared ganaría por ippon).

La etapa de la competición fue divertida. Nunca me destaqué realmente pero... ¿quién me quita lo bailado? Realmente lo disfruté, y además hice amigos. Hasta pude integrar el equipo nacional un par de años. Ya entonces tenía 3 motivos: Aprender, Competir y el cinturón negro (ya no importaba tanto).

Cuando las obligaciones de la vida de un adulto me forzaron a dejar de competir, la meta del 1er Dan estaba cumplida... o sea, más y más me enfoqué en aprender, porque además entendí con el tiempo que los grados son el resultado del progreso personal que resulta del esfuerzo y entrenamiento constante.

Hoy por hoy ya no busco tanto aprender cosas nuevas, en cambio busco mejorar y perfeccionar lo poco que sé. Y esa es mi motivación actual. Entrenar para mejorar, en todo sentido. Para tener más control tanto emocional como físico. Superarme constantemente y mantener un cuerpo saludable. Entrenar, entrenar y entrenar, por el simple hecho de poder hacerlo cada vez mejor y por el placer que me da sufrir en el dojo y sentir escalofríos en la nuca con cada kiai.


miércoles, 11 de abril de 2012

Motivaciones de éste blog

La idea de comenzar éste blog hace tiempo que ronda en mi cabeza. Simplemente es un intento de expresar cómo veo el karate, de qué manera lo vivo, y contar un poco de mis experiencias pasadas y más recientes en la práctica de éste arte marcial.


De ninguna forma intenta ser una referencia ni guía, simplemente se trata de transmitir mis opiniones y contar mis vivencias personales relacionadas al karate. 


Por último, quiero dedicar éste trabajo a mi maestro y a todas aquellas personas que me apoyaron éstos años, y muy especialmente a quienes me impulsaron a comenzar a aprender.


Oss!!